VISIÓN GLOBAL PARA UN TRATAMIENTO INDIVIDUAL

He pensado que la mejor manera de iniciar los post en la web es compartiendo una inquietud que me surgió hace años ya y que poco a poco ha ido cambiando mi manera de trabajar y de entender la fisioterapia.
Cuando estudiamos la carrera, nos dan algo muy importante y básico para poder trabajar: un conocimiento profundo de las distintas patologías que podemos tratar y unos protocolos de valoración y tratamiento, por supuesto con sus indicaciones y contraindicaciones.
Gracias a ello conseguimos la mejora en muchos pacientes, y por eso la fisioterapia está tan bien valorada entre la población en general.
Pero antes o después acaban apareciendo los pacientes “que no mejoran”. Aquellos que, o bien no notan nada de mejoría por más que nos esforcemos y pongamos todos nuestros conocimientos y energía a su disposción, o bien aquellos que recaen una y otra vez en la misma lesión.
Y he aquí el por qué los fisios acabamos haciendo cursos y cursos y más cursos, en busca de respuestas para estos pacientes, en busca de recursos que nos permitan llegar más allá de lo que nos permiten los protocolos tradicionales de actuación.

Todo esto, y aquí enlazo con el principio, me ha llevado a dos conclusiones:

1. Que los mecanismos lesionales (cuando los hay, porque a veces nos aparecen dolores o molestias sin saber a qué son debidos), no siempre son la principal ni la única causa de nuestro malestar. Por ejemplo, que un camionero tenga problemas de lumbalgia, no tiene porque ser debido a que está mucho tiempo sentado. Este puede ser un detonante importante, pero no el único. Si fuese así, todos los camioneros deberían presentar la misma patología, y sin embargo, a unos les duele la lumbar, a otros la cervical, a otros las rodillas y a otros no les duele nada. Es decir, independientemente de un factor que parece ser muy importante, tiene que haber otros que pueden ser tanto o más importantes que lo que a priori salta a la vista.
2. Que los síntomas que se presentan en una esfera, por ejemplo, y por la parte que me toca como fisioterapeuta, en la esfera física, no siempre tienen que ser desencadenados por un problema estructural o funcional en esa misma esfera. A veces cambios en otras esferas, como la emocional (problemas en algún plano, como el familiar o el laboral, una mala gestión del estrés, etc.), la química (problemas digestivos, problemas del mesenquima o problemas en la regeneración tisular, entre otros) o la energética (alteración de los ritmos circadianos, mala calidad del sueño, etc) pueden ser un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de resolver un problema.

Por todo esto, es muy importante una buena valoración basada en una profunda historia clínica, en la que se tengan en cuenta, primero, todo aquello que a día de hoy acontece al paciente, aunque a priori no guarde relación con la sintomatología que presenta, y segundo, todo aquello que ha acontecido a lo largo de su vida y que puede afectar a alguna de las esferas anteriores (física, química, emocional o energética). Sólo con una visión global podemos valorar y tratar al paciente de manera individual.

En Valles Fisioterapia nos hemos especializado en esto, y así podemos mejorar un esguince de tobillo recidivante haciendo un tratamiento visceral o mejorar una migraña tratando el suelo pélvico. No dudes en ponerte en contacto con nosotos tanto si tu problema es reciente como si hace tiempo que lo arrastras y no consigues ponerle solución.